jueves, 25 de noviembre de 2010

Pronunciamiento estudiantes progresistas de LUZ

Durante los últimos cuarenta años las universidades han sido creadas de forma completamente anárquica, sin criterios técnicos precisos, sin ningún tipo de planificación, sin responder a necesidades concretas y específicas de país, sin ninguna forma de articulación entre ellas y sin cumplir con condiciones uniformes de calidad. Venezuela necesita Universidades con capacidades para formar el capital humano que contribuya al dominio del conocimiento, el desarrollo de la educación, la ciencia, y la tecnología, a fin de abrir paso a una nación avanzada, libre del atraso, la pobreza y la dependencia. Las actuales casas de estudios no corresponden a estas necesidades. Están bajo el dominio de unas élites divorciadas de la realidad social; han sido pervertidas por la corrupción de sus autoridades y las prácticas de sus cuerpos de profesores y organizaciones gremiales descompuestas por décadas de irregularidades y vicios.

En el caso de las Universidades privadas, es peor la situación, pues la mayoría ni siquiera ha sido creada para estos fines, sino para fines de lucro, negocios que generasen poder para sus propietarios y gerentes. Esto determina que la educación impartida sea de baja calidad y constituya prácticamente un fraude no solamente para la juventud estudiosa y sus familiares, sino también para el país y sus planes de desarrollo que requieren de la actividad laboral eficaz de gran cantidad de profesionales y técnicos de gran preparación.

Las consecuencias del deterioro económico, producto del neoliberalismo, ha llevado a que gran parte de la población estudiantil venezolana dedique un mayor nivel de esfuerzo para lograr sobrevivir en el marco de nuestra sociedad, aún capitalista. Es decir, el estudiante, en un número importante, no sólo estudia y lucha, sino también trabaja, escapa de la delincuencia y las drogas, y ayuda en los gastos del hogar, razones por la cual la lucha juvenil en función de las mejoras que demanda la sociedad se hace cada vez más complicada.

Sin embargo, reunidos en asamblea el pasado martes 16 de Noviembre de 2010, en la Escuela de Biología - instancia en paro de clases por no tener servicio de aire acondicionado, sólo un espejo de la grave situación en la que está nuestra Universidad del Zulia– y convocados por una coalición de colectivos estudiantiles progresistas de varias facultades (Colectivo progresista de agronomía, Movimiento Universitario Alí Primera y el Frente de Estudiantes Residentes Universitarios); una representación de los estudiantes se abocó, con preocupación y sentido de pertenencia, a discutir la grave situación moral y administrativa en la que está imbuida nuestra universidad. La realidad del estudiante universitario se torna rugosa y preocupante debido a la sombra de la irresponsabilidad y la exclusión propia del conservadurismo que emana desde la alta dirigencia de nuestra casa de estudios.

En dicha asamblea se debatió el seguimiento que le hemos hecho a un conjunto de irregularidades administrativas, como la pública complicidad de la mayoría del escritorio rectoral actual ante sendos actos de corrupción, ejemplo de esto el conocido caso “Ciudad Colorama”. Así existen otros acuerdos oscuros como el de las “Becas Pepsi”, supuesta beca dada por la transnacional refresquera a estudiantes con alto rendimiento deportivo y con informe social positivo, a cambio de una exclusividad comercial en la zona universitaria que viola el mismo sentido de autonomía, un sentido que, ante todo, debe ser MORAL y contrario a intereses mercantilistas o monopolistas (violando la Ley de Monopolios). Como estos casos de naturaleza irregular tenemos muchos en consideración, gracias a nuestro sentido de contraloría estudiantil, una responsabilidad que se acordó honrar con más intensidad de ahora en adelante.

Precisamente por el tradicional manejo conservador en que ha devenido la universidad venezolana, enquistada en una posición reaccionaria ante el proceso de cambios que vive el país, las casas de estudios superiores se encuentran en una encrucijada, un punto en el cual han quedado al desnudo pruebas de la negligencia, el burocratismo, la exclusión y el adormecimiento académico. En consecuencia:

1) La actual universidad NO está dispuesta a hacer un imperioso presupuesto PARTICIPATIVO con los estudiantes y otros sectores de la comunidad universitaria, violando así la Ley Orgánica de Educación y la Ley Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público.

2) La universidad NO rinde cuentas del desenvolvimiento del presupuesto de una manera transparente y constante, ni con los universitarios ni con el Estado.

3) Ante la exigencia del gobierno nacional de rendir transparentemente las cuentas, la universidad ha reaccionado con la intención de confrontar al ejecutivo en el terreno de lo político, y para ello se han vuelto útiles algunos pseudodirigentes estudiantiles que son ficha de la más alta dirigencia de derecha en el país, y muchas veces infiltrados dentro de las filas de la izquierda.

En medio de este triste panorama en el que se entabla una confrontación entre revolución-gobierno y universidad (producto del encare ideológico propio de la crisis del sistema que se desmonta) por un desenvolvimiento más justo y transparente de ésta última, se agudizan problemas que aquejan a los estudiantes: precariedad e ineficiencia en el sistema de transporte por rutas; desasistencia y deterioro del servicio de residencias estudiantiles; desinversión en nuevos comedores y baja en la calidad del servicio en los existentes, etc.

Considerando las argumentaciones anteriores, la asamblea propone:

1) La creación de una contraloría estudiantil permanente, amparada en el art. 62 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el art. 5 de la Ley de Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público y el art. 34 de la Ley Orgánica de Educación.

2) La aplicación de una auditoría transparente e incluyente a la universidad, con la participación activa del estudiantado, profesores, empleados, obreros y representantes del Ministerio de Educación Universitaria.

3) El comienzo de una impostergable discusión nacional democrática con el fin de hacer la nueva Ley de Universidades en donde se desmonte tanto el sistema antidemocrático de elección de autoridades, como el excluyente sistema de ingresos y se garantice un presupuesto universitario participativo y transparente, así como fortalecer la participación y la democracia a través de los Consejos Estudiantiles.

La transformación universitaria no consiste en lograr un maquillaje reformistas, legislar letra muerta para que todo quede igual y las nuevas apariencias oculten el viejo contenido de exclusión, de pobreza académica, de divorcio con las necesidades del pueblo, de falta de identidad nacional, de corrupción, de prácticas caudillistas antidemocráticas, ocultas todas en falaces discursos demagogos que al no ser acompañados de una práctica correcta pretenden negar la necesidad real e histórica de un cambio profundo en nuestras universidades.

Ningún país puede avanzar si no cuenta, entre otras cosas, con universidades del más alto nivel humanístico, científico y tecnológico.

La nueva universidad debe estar dirigida al rescate de la historia, debe garantizar la igualdad en el acceso a los estudios profesionales, atendiendo las diferencias de clases, privilegiando así a los sectores populares en cuanto a acceso, permanencia y culminación educativa se refiere, atendiendo su realidad socio-económica. La nueva universidad debe promover los espacios de participación popular, consolidando la nueva cultura política venezolana, impulsando los consejos comunales, las comunas, los consejos populares de trabajadores, los consejos estudiantiles, y todas las nuevas formas de organización popular que garanticen mayor participación y mayor poder para las mayorías venezolanas. La nueva universidad debe promover el cuidado del medio ambiente, no de forma hipócrita como se hace hoy en día (mientras se financian congresos sobre dichos temas, se queman cientos de bolsas de basura en los terrenos de nuestra universidad), sino realmente brindar las herramientas alternativas para la producción y reciclaje de bienes elaborados.

Es imprescindible un gran debate sobre las políticas que necesariamente deben comenzar a ejecutarse hacia las universidades venezolanas. Las rectificaciones que puedan hacerse en el corto plazo no van a resolver de inmediato los males que llevan incubándose décadas, pero constituirán el inicio de un camino de transformaciones revolucionarias que permitan llegar al tipo de instituciones educativas que se necesitan para la construcción del socialismo en Venezuela.

De lo contrario, los efectos nocivos del control que la derecha ejerce en las universidades serán cada vez más graves. Dentro de nuestras universidades se están construyendo las fuerzas sociales que pretenden dar al traste con este proceso revolucionario bolivariano. Por eso es prioritario iniciar ya una constituyente universitaria, para proceder a una profunda transformación de estas instituciones.

Respirando los aires de los compañeros de la reforma de Córdoba, los compañeros del Mayo francés y los estudiantes mártires del 58’ en Venezuela, ¡los estudiantes estamos una vez más en pie de lucha por la verdadera libertad del ser humano, contra las sombras de la reacción, contra el fascismo académico y contra el camuflaje de aquellos que proclaman lo que no practican!

“A la luz de la verdad y del tiempo nada se esconde, el mérito brilla y la maldad se descubre…”
Simón Bolívar

¡Qué vivan los estudiantes!
Maracaibo 20 de Noviembre del 2010

Colectivos:
MUAP (Movimiento Universitario Alí Primera)
CPA (Colectivo Progresista de Agronomía)
Debate Candela
FERU (Frente Estudiantil de Residentes Universitarios)

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